¿Qué es el robo de propiedad intelectual?

El robo de propiedad intelectual (Intellectual Property Theft o IP Theft), es una preocupación creciente en el espacio digital actual. Desde las amenazas geopolíticas y los impactos económicos hasta las infracciones de marcas comerciales y derechos de autor, este tipo de incidencias han aumentado el nivel de conciencia acerca de la protección de los derechos de propiedad intelectual.

El robo de propiedad intelectual (IP Theft) es el uso no autorizado, la explotación o el robo de obras creativas, ideas, secretos comerciales e información patentada protegida por las leyes de propiedad intelectual. El robo de propiedad intelectual abarca una amplia gama de casos, como la vulneración de marcas comerciales, la infracción de derechos de autor y la violación de patentes.

Este tipo de delito contra la propiedad intelectual puede perjudicar a particulares, empresas y entidades gubernamentales que han invertido tiempo y recursos sustanciales para desarrollar su propiedad intelectual. A gran escala, socava la innovación y el crecimiento económico. Por desgracia, el aumento constante de las tecnologías y activos digitales ha facilitado considerablemente a los hackers y a los ladrones la reproducción y distribución de la propiedad intelectual digital. Esto amplifica los riesgos y refuerza la creciente necesidad de una protección y aplicación eficaces de la PI.

El robo de propiedad intelectual se ha vuelto cada vez más complejo a medida que aumenta la cantidad de activos que se digitalizan y son accesibles online. Aun así, muchos tipos de robo de propiedad intelectual siguen siendo una amenaza constante, ya sea en forma digital o física.

Infracción de derechos de autor

Siendo de las manifestaciones más comunes en diferentes industrias y sectores, la infracción de los derechos de autor se refiere al uso, distribución o duplicación no autorizados de una obra creativa protegida por la ley de derechos de autor. Esto incluye software, música, películas, libros y otras obras creativas.

Los casos de infracción de los derechos de autor son tan variados como los tipos de medios y bienes infringidos. Existen innumerables ejemplos de infracción de los derechos de autor, desde la piratería de software, la descarga gratuita de medios de pago o la reproducción no autorizada de libros de texto literarios.

Infracción de marcas

Como manifestación de la propiedad intelectual que conforma la identidad de una marca, las marcas son logotipos, símbolos, nombres o frases reconocibles que identifican legalmente bienes y servicios concretos. Protegidas por el derecho de propiedad intelectual, las marcas registradas tienen por objeto distinguir determinados productos o servicios de una entidad de los de otras, diferenciando así las falsificaciones y las imitaciones.

La infracción de marcas se produce cuando estos elementos de identidad protegidos se utilizan sin licencia o autorización. El escenario más común implica la venta de productos falsificados con el nombre de una marca conocida o la imitación del logotipo de una marca similar sin autorización. Sin embargo, estos casos se han vuelto cada vez más sofisticados, y las organizaciones dan prioridad a la protección internacional de las marcas frente a las amenazas extranjeras.

Infracción de patentes

La infracción de patentes es otro problema frecuente que enturbia las aguas de los mercados mundiales. Este tipo de infracción de la propiedad intelectual implica aprovecharse de un proceso de fabricación, un plano de diseño u otros tipos de información que documentan la fabricación y venta de un producto.

Sinónimo de productos de imitación, los fabricantes sin marca producen una réplica cercana del producto original patentado para robar ventas aprovechando el éxito de una marca. Al igual que las marcas y los derechos de autor, sólo los productos con una patente registrada están protegidos contra la infracción. Incluso los innovadores en fase inicial, las empresas de nueva creación, startups y los empresarios deberían considerar la protección de sus activos frente a estas posibles infracciones.

Robo de secretos comerciales

El robo de secretos comerciales es el uso, divulgación o adquisición no autorizados de información comercial confidencial que impulsa la ventaja competitiva de una empresa. Este tipo de delito contra la propiedad intelectual incluye el robo de información como procesos de desarrollo y fabricación de productos, protocolos de investigación, listas de clientes y otra información estratégica integral para el negocio.

Algunos ejemplos de robo de secretos comerciales son la compra por parte del equipo ejecutivo de una empresa de datos confidenciales robados a un competidor. Otro escenario es cuando un contratista freelance firma un acuerdo de confidencialidad con una empresa, pero más tarde vende los secretos comerciales de esa empresa a un competidor. En la economía digital, cada widget, plugin, app, sistema o script –especialmente los que alcanzan el éxito– es un objetivo de gran interés entre los atacantes.

Infracción de diseño

Similar a la infracción de marca, pero más centrada en la identidad de marca, la infracción de diseño implica la reproducción no autorizada de un diseño original, un trazado o una obra de arte visual que identifique un producto protegido por las leyes de propiedad intelectual.

Esto puede incluir diseños protegidos como el envase de un producto de consumo, un corte de ropa concreto o diseños industriales. En el ámbito de los bienes de consumo envasados, los fabricantes de alimentos y bebidas utilizan envases únicos como botellas de formas curiosas y expositores en las tiendas para comercializar y diferenciar sus productos.

Abundan los casos emblemáticos de robo de propiedad intelectual, algunos de los cuales se remontan a muchos siglos atrás. Muchos de ellos ponen a prueba la ética y la defensa de la ley de propiedad intelectual.

• El fonógrafo de Thomas Edison: Aunque Thomas Edison registró la primera patente oficial del fonógrafo, fue el francés Charles Cros quien lo inventó inicialmente. Cros impugnó la patente de Edison pero fracasó, con lo que Edison ganó millones con su invento.
• Los hermanos Wright y el avión: El camino hacia el éxito de los hermanos Wright no fue un camino de rosas, ya que varios inventores de aviones de la competencia, como Samuel Pierpont Langley y Glenn Curtiss, pretendían sacar al mercado aviones similares. Las patentes emitidas a favor de los hermanos Wright les permitieron impedir que otros construyeran aviones similares, lo que dio a los hermanos el monopolio de la producción de aviones durante varios años.
• Apple vs. Samsung: En 2011, Apple presentó una demanda contra Samsung por infringir múltiples patentes relacionadas con el diseño de los productos iPhone y iPad de Apple. Iniciando una serie de demandas mutuas entre los gigantes tecnológicos, Apple alegó que Samsung había replicado el aspecto de sus dispositivos, incluida la interfaz de usuario y los iconos. Apple recibió de Samsung una indemnización de algo más de 1.000 millones de dólares.
• Napster: Napster, el épico servicio de intercambio de archivos en el que los usuarios podían distribuir archivos multimedia libremente, se convirtió en una tendencia tecnológica de rápido crecimiento a finales de la década de 1990. Los usuarios subían y compartían archivos de música y vídeo, ignorando por completo la protección de los derechos de autor. Una vez que la industria musical se dio cuenta de la plataforma gratuita de Napster para descargar música, varios sellos discográficos, entre ellos la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos, demandaron a la empresa. El caso sentó un importante precedente en la aplicación de las leyes de derechos de autor en Internet.

El abanico de personas y partes interesadas que participan en el robo o infracción de la propiedad intelectual es cada vez más sofisticado. Algunos de los participantes más comunes asociados con delitos contra la propiedad intelectual incluyen:

• Adversarios extranjeros: En un clima geopolítico en el que la guerra sin restricciones campa a sus anchas, los gobiernos extranjeros suelen estar interesados en robar la propiedad intelectual de otros países para obtener una ventaja económica, tecnológica o militar. Estos actores pueden utilizar diversas tácticas, como el ciberespionaje, la piratería informática y el robo de información privilegiada.
• Personas con información privilegiada: Los empleados, contratistas, trabajadores freelancers y otras personas con información privilegiada suelen estar entre los implicados en el robo de propiedad intelectual. Estos individuos tienen acceso a información delicada, como bases de datos de contraseñas o secretos comerciales, y roban estos activos para beneficio personal o para venderlos a la competencia. A veces, también son coaccionados o sobornados por personas ajenas a la empresa.
• Competidores: Para obtener una ventaja competitiva, los rivales del sector suelen estar interesados en robar PI a sus competidores, especialmente a los actores dominantes. Pueden utilizar varios métodos para adquirir información valiosa y conocimientos competitivos, como el espionaje corporativo, la piratería informática o el robo de información privilegiada.
• Hackers: Los ciberdelincuentes son otro culpable habitual del robo de PI. Estos actores atacan a empresas o particulares para robar información valiosa, como números de tarjetas de crédito, información confidencial o datos de clientes. Los hackers utilizan diversos métodos, como estafas de phishing, malware o tácticas de ingeniería social.
• Actores de amenazas: Los grupos del crimen organizado, los ciberterroristas y otros actores de amenazas también pueden estar implicados en el robo de IP, especialmente contra empresas, gobiernos y organizaciones con infraestructuras. Los actores de amenazas a menudo se dedican al robo directo de datos, phishing, explotación de vulnerabilidades o propagación de malware.
• Empleados deshonestos: Los empleados individuales a veces roban propiedad intelectual a sus empleadores, ya sea en beneficio propio o de un competidor o de terceros. Esto incluye el robo de documentación de procesos, secretos comerciales, listas de clientes u otra información delicada.

Las amenazas internas son un costoso gasto atribuido al robo o infracción de la propiedad intelectual. El informe Ponemon sobre el coste de las amenazas internas, que examinó el aumento de las amenazas internas, descubrió una serie de estadísticas y datos reveladores.

• Los incidentes de amenazas internas cuestan a las empresas una media de 15 millones de dólares anuales. Desde el 2020, el coste de resolver un problema de seguridad interna se ha incrementado en un 34 %, desde los 11,45 millones de USD en 2020 hasta los 15,38 millones de USD en 2022. La frecuencia de las incidencias causadas por actores internos aumentó un 44 % en 2022.
• El riesgo de amenazas internas ha aumentado debido al mayor número de trabajadores remotos (impulsado principalmente por la Gran Dimisión), el ritmo acelerado de la transformación digital y el rápido aumento del uso de aplicaciones basadas en la nube.
• Los signos de las organizaciones de alto riesgo incluyen empleados no formados en ciberseguridad, políticas de dispositivos incoherentes, empleados que envían datos confidenciales a una nube no segura y el incumplimiento de las políticas de seguridad.
• Los empleados internos descuidados representan el 56 % de los incidentes, los empleados internos malintencionados el 25 %, y el robo de credenciales aumentó del 14 % en 2020 al 18 % en 2022. El coste del robo de credenciales para las organizaciones aumentó un 65 %, de 2,79 millones de dólares en 2020 a 4,6 millones en 2022.
• El coste de las amenazas internas para las organizaciones de servicios financieros aumentó un 47 % hasta alcanzar los 21,25 millones de dólares en 2022. El coste de los sucesos de seguridad internos en la industria minorista se disparó un 62 % hasta los 16,56 millones de dólares en 2022.
• Para mitigar eficazmente los daños de una brecha de seguridad relacionada con información privilegiada, las organizaciones deben centrarse en la contención, la investigación y la prevención, y actuar con rapidez.

El impacto perjudicial del robo o infracción de la propiedad intelectual es una de las principales preocupaciones para muchas organizaciones. Existen diversos factores que contribuyen al impacto negativo de este tipo de robos:

• Pérdidas financieras: El robo o la pérdida de propiedad intelectual puede acarrear importantes pérdidas financieras para las empresas. Esto incluye la pérdida de ingresos, la disminución de la cuota de mercado y el aumento de los gastos relacionados con litigios, medidas de seguridad o control de daños. Uno de los casos más destacados fue el robo en China de la propiedad intelectual de una empresa de turbinas eólicas, que dio lugar a un caso de 1.200 millones de dólares.
• Costes de remediación: No es infrecuente que las organizaciones incurran en gastos adicionales de su propio bolsillo relacionados con los litigios y los esfuerzos de remediación. Esto incluye la financiación de la asesoría jurídica, la contratación de expertos para investigar la violación o la integración de mejores medidas de seguridad. Por ejemplo, en un caso multimillonario de robo de propiedad intelectual, la empresa atacada tuvo que gastarse 14 millones de dólares sólo en relaciones públicas, investigaciones técnicas, honorarios de abogados y litigios.
• Daños a la reputación: Las amenazas internas también pueden provocar daños a la reputación de las empresas. Si se percibe que una marca no toma las medidas adecuadas para proteger su propiedad intelectual, puede perder la confianza de sus clientes, inversores y partes interesadas. Por ejemplo, las acciones de Facebook cayeron un 7 % (lo que resultó en una pérdida estimada de 43.000 millones de dólares) tras el catastrófico incidente de la filtración de datos de Cambridge Analytica.

Prevenir delitos contra la propiedad intelectual y mitigar los daños se ha convertido en una gran prioridad para las organizaciones, especialmente para las marcas de alto perfil, las empresas tecnológicas y los organismos gubernamentales. Algunas de las prácticas preventivas implican:

• Mantener controles de acceso limitados: Asegúrese de que sólo el personal autorizado puede acceder a la información confidencial. Utilizar protocolos de ciberseguridad adecuados, como la autenticación de múltiples factores y el cifrado, para salvaguardar los datos confidenciales.
• Realizar auditorías de protección de la propiedad intelectual: Lleve a cabo auditorías periódicas para identificar lagunas o vulnerabilidades en su estrategia de protección de la propiedad intelectual y asegúrese de que se abordan para evitar su explotación.
• Registrar su propiedad intelectual: Solicite que se archive y registre su propiedad intelectual ante las autoridades pertinentes y establezca la titularidad legal para evitar que otros imiten sus ideas sin permiso.
• Proteger sus redes y dispositivos: Aproveche tecnologías como cortafuegos, software antivirus y otras medidas profesionales de ciberseguridad para proteger su red y sus dispositivos de las violaciones de datos y los ciberataques.
• Utilizar acuerdos de confidencialidad: Siempre que sea posible, utilice acuerdos de confidencialidad (NDA) como capa de protección cuando comparta información sensible y confidencial con empleados y terceros.
• Vigilar a sus competidores: Vigile a sus competidores y esté atento a cualquier actividad sospechosa o infracción de su propiedad intelectual, como productos de imitación.
• Llevar a cabo una formación periódica de sus empleados: Forme a sus empleados sobre la importancia de proteger la propiedad intelectual y sobre cómo identificar las ciberamenazas más comunes, especialmente en torno al robo de PI.
• Hacer valer sus derechos: Ejerza acciones legales contra cualquiera que infrinja sus derechos de propiedad intelectual, evitando así daños mayores y disuadiendo a otras amenazas de hacer lo mismo.
• Mantenerse al día sobre las últimas amenazas: Manténgase informado sobre las últimas amenazas y vulnerabilidades en el espacio de la propiedad intelectual, y actualice su estrategia de protección de la PI en consecuencia.

Proofpoint es una empresa líder a nivel mundial en soluciones de ciberseguridad, que ayuda a las organizaciones a proteger sus activos y a su personal de un sinfín de amenazas cibernéticas, incluido el robo de propiedad intelectual. Proofpoint no sólo ofrece los sistemas y la tecnología para ayudar a proteger sus datos, sino que la empresa adopta un enfoque centrado en las personas para bloquear eficazmente los ataques, asegurar las cuentas en la nube y educar a sus usuarios. Obtenga más información sobre Proofpoint como la solución de su equipo para evitar que el robo de propiedad intelectual vulnere sus activos.