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Entre las herramientas para contrarrestar las ciberamenazas, el sistema de detección de intrusiones (comúnmente abreviado como IDS, del inglés Intrusion Detection System) destaca como piedra angular en las defensas de ciberseguridad. Los IDS desempeñan un papel integral en la postura de seguridad de una organización, proporcionando funciones de supervisión y detección que ayudan a proteger contra la actividad malintencionada y el acceso no autorizado a los recursos del sistema.
Un IDS es un sofisticado dispositivo o aplicación de software que supervisa meticulosamente el tráfico de red o las actividades del sistema en busca de cualquier indicio de posibles infracciones, accesos no autorizados o actividades malintencionadas. Su función principal es detectar estas anomalías, emitir alarmas y, a menudo, producir registros detallados que ayuden a su posterior análisis.
Se puede pensar en el IDS como en un perro guardián vigilante, que escanea continuamente su entorno y ladra para alertar al propietario cuando percibe una amenaza. Al alertar con antelación de actividades sospechosas, los IDS ayudan a las organizaciones a actuar a tiempo para mitigar los riesgos y evitar las vulneraciones.
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Cómo funciona un IDS
Un sistema de detección de intrusiones es un monitor vigilante que supervisa constantemente el tráfico de la red en busca de cualquier indicio de acceso no autorizado o actividades malintencionadas. Cuando se detectan tales actividades, el IDS entra en acción alertando a las autoridades o al personal pertinente. He aquí un desglose del mecanismo del IDS:
- Supervisión y análisis: El IDS examina continuamente el flujo de tráfico de la red mientras escudriña la actividad en busca de cualquier cosa sospechosa.
- Comparación de reglas y patrones: Utiliza una base de datos de reglas y patrones predefinidos, que actúan como criterios del IDS para detectar comportamientos potencialmente sospechosos o malintencionados.
- Generación de alertas: Cuando la actividad de la red resuena con alguno de estos criterios establecidos, el IDS levanta una bandera alertando al administrador del sistema o a la autoridad pertinente.
Los sistemas de detección de intrusos pueden clasificarse en función de su ubicación o metodología. Cada enfoque tiene una función diferente tras el funcionamiento del IDS.
Por colocación:
- IDS basado en host (HIDS): Adaptado a hosts individuales, el HIDS se instala directamente en el ordenador o dispositivo host. Se centra en las actividades exclusivas de ese host.
- IDS basado en red (NIDS): Como su nombre indica, el NIDS supervisa el tráfico de toda la red, garantizando que ninguna actividad malintencionada pase desapercibida.
Por metodología de detección:
- IDS basado en firmas: Este sistema hace referencia a una biblioteca conocida de patrones de ataque o firmas. Cuando se encuentra una coincidencia, el sistema reacciona en consecuencia.
- IDS basado en anomalías: En lugar de basarse en patrones de ataque conocidos, este sistema se centra en el comportamiento “normal” de la red. Cualquier desviación respecto a esta norma establecida levanta sospechas.
También es vital diferenciar el IDS de su homólogo proactivo, el sistema de prevención de intrusiones (IPS, del inglés Intrusion Prevention System). Aunque ambos supervisan el tráfico de la red en busca de posibles amenazas, el objetivo principal de un IDS es la detección y la alerta. En cambio, un IPS adopta una postura más activa para evitar que las amenazas detectadas causen daños.
Además de sus capacidades de detección, la potencia de los IDS reside en su capacidad para mejorar las respuestas de seguridad. Identifica hosts y dispositivos dentro de la red, examina los datos transportados por los paquetes de red y los rastrea hasta el origen de un posible ataque. Este enfoque integral refuerza la defensa de una red contra intentonas malintencionadas.
¿Por qué es importante un IDS?
Un sistema de detección de intrusiones es esencial para identificar y prevenir actividades malintencionadas o violaciones de políticas en cada red. A un nivel más granular, el papel del IDS tiene una enorme importancia por varias razones:
- Vigilancia proactiva: El IDS proporciona una vigilancia continua de las actividades de la red, lo que permite la detección temprana de amenazas antes de que se agraven.
- Información sobre amenazas: Al identificar el tipo y el origen de un ataque, el IDS ofrece una perspectiva inestimable, que permite a los administradores reforzar las vulnerabilidades.
- Cumplimiento: Muchos sectores obligan a supervisar la red para proteger los datos. Los IDS ayudan a las organizaciones a cumplir estas normativas.
- Disuasión: La mera presencia de un IDS puede disuadir a posibles atacantes conscientes de su existencia.
- Análisis forense: Después de un ataque, los registros del IDS pueden ayudar a comprender la naturaleza y el origen del ataque, ayudando en el análisis posterior al suceso y a prevenir futuras vulneraciones.
- Tiempo de respuesta rápido: Una detección rápida conduce a una actuación rápida, reduciendo posibles daños o pérdidas de datos.
- Confianza: Cuando se dispone de un IDS, las partes interesadas, los clientes y los empleados pueden confiar más en la seguridad de la red de una organización.
El IDS es un sistema integral de alerta temprana para redes que desempeña un papel fundamental en la estrategia de ciberseguridad de cualquier organización.
Tipos de detección IDS
Los sistemas de detección de intrusos emplean diversas técnicas de detección para identificar actividades sospechosas dentro de una red. Aunque los dos primeros (indicados a continuación) son los tipos principales de detección IDS, se utilizan métodos alternativos para entornos específicos:
Detección basada en firmas
Como uno de los métodos de detección más comunes, la detección basada en firmas se basa en una base de datos de patrones de ataque conocidos, a menudo denominados firmas. Cuando el tráfico entrante coincide con uno de estos patrones, se genera una alerta. Aunque es eficaz contra las amenazas conocidas, no puede detectar amenazas nuevas, no registradas previamente.
Detección basada en anomalías
A diferencia de los sistemas basados en firmas, los IDS basados en anomalías se centran en establecer una línea base de comportamiento normal de la red. Si el tráfico entrante se desvía significativamente de esta línea base, se activará una alerta. Este enfoque es beneficioso para detectar amenazas nuevas o desconocidas, pero a veces puede producir falsos positivos.
Detección basada en heurística
Los IDS basados en heurística utilizan algoritmos y análisis avanzados para predecir el siguiente movimiento de un atacante basándose en sus patrones de comportamiento. Puede adaptarse y aprender del tráfico observado, protegiendo contra amenazas nuevas y en evolución.
Análisis de Protocolos con Estado
Este método implica comprender y rastrear el estado de los protocolos de red en uso. Identifica desviaciones que podrían indicar un ataque, comparando los eventos observados con perfiles predeterminados de definiciones generalmente aceptadas de actividad benigna.
Detección basada en políticas
Este tipo funciona sobre un conjunto definido de políticas o reglas que establece el administrador de la red. Cualquier actividad que infrinja estas políticas activa una alerta. Es un enfoque proactivo que requiere la actualización periódica de las políticas para seguir siendo relevante.
Detección de honeypots
Los honeypots, que no son una técnica de detección tradicional, son sistemas señuelo que atraen a posibles atacantes. Desvían al atacante de los sistemas reales y recopilan información sobre sus métodos. Los conocimientos y perspectivas que aportan los honeypots pueden informar a otros IDS sobre patrones de amenazas emergentes.
Comprender los distintos tipos de detección es fundamental para seleccionar el IDS adecuado para entornos de red específicos. El mejor enfoque suele combinar varios métodos de detección para garantizar una capa de protección completa contra una amplia gama de amenazas.
Sistemas de detección de intrusiones vs. sistemas de prevención de intrusiones
Los sistemas de detección de intrusiones (IDS) y los sistemas de prevención de intrusiones (IPS) son herramientas esenciales de seguridad de red, diseñadas para identificar y combatir actividades malintencionadas o infracciones de las políticas dentro de una red. Su principal diferencia radica en sus respectivas reacciones ante las amenazas percibidas.
Funcionalidad y respuesta:
- IDS: Funciona principalmente como mecanismo de vigilancia, supervisando de cerca el tráfico de la red. Al detectar actividad sospechosa o anómala, genera alertas, sirviendo como un dispositivo de “sólo escucha” sin capacidad para intervenir de forma autónoma.
- IPS: Actúa de forma más proactiva. Más allá de la mera detección, un IPS reacciona en tiempo real ante las amenazas en curso, tomando medidas para detenerlas, asegurándose de que nunca alcancen sus objetivos en la red.
Aplicaciones y ventajas:
- IDS: Aparte de sus funciones básicas de detección, los IDS son fundamentales para cuantificar y categorizar los tipos de ataques. Esta inteligencia puede facultar a las organizaciones para reforzar sus medidas de seguridad, localizar vulnerabilidades o rectificar cualquier anomalía de configuración en sus dispositivos de red.
- IPS: Como instrumento predominantemente preventivo, las capacidades del IPS van más allá de la mera detección de amenazas. Trata activamente de bloquear o mitigar cualquier acción malintencionada, sirviendo de sólida barrera protectora contra posibles intrusiones.
Aunque los IDS y los IPS tienen funciones distintas, a menudo funcionan mejor cuando se utilizan conjuntamente. El IDS garantiza que nada pase desapercibido, y el IPS evita que las amenazas detectadas causen daños.
IDS vs. Cortafuegos
Tanto los sistemas de detección de intrusiones como los cortafuegos son componentes integrales de la seguridad de la red. Sin embargo, tienen finalidades distintas, basadas principalmente en su funcionalidad y mecanismo de respuesta.
Funcionalidad:
- IDS: Funciona principalmente como una herramienta de supervisión. El IDS escanea la red en busca de actividades sospechosas y alerta a los administradores cuando se detectan dichas actividades. Actúa como una cámara de vigilancia, vigilando e informando constantemente.
- Cortafuegos: Son barreras de red que filtran el tráfico entrante y saliente basándose en reglas predefinidas. Piense en ellos como “porteros”, que deciden qué tráfico puede entrar o salir de una red.
Mecanismo de respuesta:
- IDS: Aunque los IDS pueden detectar y alertar del tráfico malintencionado, no lo bloquean intrínsecamente.
- Cortafuegos: Bloquean proactivamente el tráfico que no cumple las normas establecidas, ofreciendo una primera línea de defensa contra posibles amenazas.
Mientras que los cortafuegos controlan el flujo de tráfico basándose en parámetros establecidos, los IDS supervisan la red para identificar anomalías y alertar sobre ellas. Para una postura de seguridad robusta, el uso conjunto de ambos ofrece una protección por capas, en la que los cortafuegos filtran el tráfico no deseado y los IDS garantizan una supervisión continua.
IDS vs. SIEM
Mientras que el IDS es una herramienta especializada para detectar amenazas, la Gestión de Información y Eventos de Seguridad (SIEM) proporciona una plataforma integral de análisis y gestión de datos de seguridad. Cada uno opera con capacidades diferentes dentro del marco de seguridad de una red.
Funcionalidad:
- IDS: Centrado principalmente en detectar actividades sospechosas o anómalas en una red, el IDS alerta a los administradores una vez identificadas dichas actividades. Es como un vigilante, siempre alerta ante posibles amenazas.
- SIEM: El SIEM va más allá de la mera detección. Recopila, centraliza y analiza registros y eventos de diversas fuentes en un entorno informático. Se puede pensar en este como en un centro de inteligencia, que consolida los datos para ofrecer una visión holística del panorama de la seguridad.
Alcance:
- IDS: Su ámbito se restringe generalmente a la detección de amenazas potenciales basadas en patrones o anomalías conocidas.
- SIEM: Con su alcance más amplio, el SIEM no sólo detecta, sino que también correlaciona datos, ayuda en el análisis forense y apoya la elaboración de informes de cumplimiento.
SIEM funciona como el centro de control principal, ofreciendo una visión de 360 grados del estado de la seguridad, las tendencias y las amenazas. Es la contrapartida analítica e integradora de la vigilancia del IDS. Aprovechar ambos al unísono garantiza una rápida detección de amenazas, combinada con una visión en profundidad y una defensa por capas.
Tácticas de evasión de IDS
A medida que evolucionan los sistemas de detección de intrusos, también lo hacen las tácticas de los agentes de amenazas. Muchos hackers han ideado técnicas para eludir o evadir la detección de los IDS. Comprender estos métodos es fundamental para reforzar las defensas y mantener una seguridad robusta. He aquí algunas técnicas de evasión de IDS de uso común y sus explicaciones:
- Fragmentación: Los hackers dividen las cargas malintencionadas en paquetes más pequeños o fragmentos. Al fragmentar los datos malintencionados en trozos que no parecen dañinos por sí solos, pueden eludir la detección. Una vez dentro de la red, estos fragmentos se vuelven a ensamblar para ejecutar el ataque.
- Código shell polimórfico: El polimorfismo consiste en alterar la apariencia del código malintencionado para que su firma cambie, pero su función siga siendo la misma. De este modo, los hackers pueden hacer que su código sea irreconocible para las soluciones IDS basadas en firmas.
- Ofuscación: Los actores de la amenaza utilizan esta técnica para modificar la carga útil del ataque de forma que el ordenador objetivo lo revierta, pero el IDS no. La ofuscación puede utilizarse para explotar el host final sin alertar al IDS.
- Cifrado y Tunelización: Al cifrar la carga útil del ataque o tunelizarla a través de un protocolo legítimo (como HTTP o DNS), los atacantes pueden enmascarar su tráfico malintencionado, dificultando que los IDS detecten el contenido oculto.
- Ataques de baja intensidad: Algunos atacantes extienden sus actividades a lo largo de períodos prolongados o limitan sus tasas de solicitud, permaneciendo de hecho fuera del radar. Estos ataques prolongados y de baja frecuencia pueden pasar desapercibidos a los sistemas IDS que detectan acciones rápidas y demasiado sospechosas.
- Empalme de sesiones: Similar a la fragmentación, el empalme de sesiones consiste en distribuir cargas útiles malintencionadas en varias sesiones o paquetes TCP. La intención es introducir la carga útil lenta y discretamente, evitando los activadores de detección.
Para combatir estas tácticas de evasión, las organizaciones deben actualizar y configurar regularmente sus IDS. Además, los IDS deben integrarse con otras herramientas de seguridad, ya que combinar varias capas de seguridad y mantenerse alertas puede ayudar a mitigar el riesgo de estas técnicas de evasión.
Cómo puede ayudar Proofpoint
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