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Correo equivocado: ¿malicioso, sospechoso, seguro? Elimina la incertidumbre al clasificar amenazas por email

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Los correos electrónicos mal clasificados son algo más que una simple molestia. Son un riesgo de seguridad costoso que requiere mucho tiempo. Cada vez que un correo equivocado se marca erróneamente como malintencionado, la productividad se detiene. Los empleados pasan por alto mensajes críticos, los equipos de TI deben trabajar para desbloquearlos y la frustración aumenta. Por otro lado, cuando se cuela un correo electrónico realmente peligroso, las consecuencias pueden ser devastadoras, lo que provoca vulneraciones, pérdida de datos y daños financieros.

Cuando los equipos de seguridad pueden distinguir con precisión entre correo malintencionado, correo sospechoso, spam y correo gris; asimismo, pueden reducir los riesgos, minimizar las interrupciones y restaurar la confianza en la bandeja de entrada. A continuación, te explicamos cómo se hace.

Comprender las clasificaciones de correo electrónico: malintencionado, sospechoso o seguro

La seguridad del correo electrónico se ha basado tradicionalmente en clasificaciones binarias. Los correos electrónicos son malintencionados y se ponen en cuarentena o son seguros y se entregan en las bandejas de entrada. Sin embargo, esta simplificación excesiva ignora un término medio crítico: los correos sospechosos.

Los correos electrónicos sospechosos no tienen indicadores definitivos. En cambio, tienen características que justifican la precaución. Esta categoría intermedia es crucial porque el manejo incorrecto de estos correos electrónicos puede exponer a las organizaciones a amenazas cibernéticas. O bien, pueden interrumpir las operaciones comerciales porque se ponen en cuarentena mensajes legítimos.

La clasificación de correo electrónico de Proofpoint se divide en tres categorías.

La clasificación de correo electrónico de Proofpoint se divide en tres categorías.

Correos electrónicos seguros: comunicaciones de confianza

Los correos electrónicos seguros son mensajes legítimos que provienen de remitentes conocidos y dominios autenticados. No contienen indicadores de phishing, malware o intentos de ingeniería social. Estos son sus atributos:

  • Verificación del remitente. El dominio del remitente pasa las comprobaciones de autenticación (SPF, DKIM, DMARC), lo que confirma que el correo electrónico proviene de una fuente de confianza.
  • Sin archivos adjuntos ni enlaces malintencionados. Las URL y los archivos adjuntos se analizan y se comprueba que no muestren ninguna evidencia de malware, troyanos o esquemas de phishing.
  • Legitimidad del contenido. El mensaje no contiene un lenguaje urgente u otras tácticas manipuladoras como, por ejemplo, intentos de fraude financiero.
  • Consistencia de comportamientos. El comportamiento de correos electrónicos anteriores del remitente se alinea con sus patrones de correo actuales como, por ejemplo, un miembro del equipo financiero que envía facturas regularmente.

Una vez que se verifica que estos correos electrónicos son seguros, se pueden entregar con confianza en la bandeja de entrada del destinatario. El equipo de seguridad no necesita intervenir.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra mensajes seguros.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra mensajes seguros.

Correos electrónicos malintencionados: las amenazas definitivas

Los correos electrónicos malintencionados son amenazas claras que contienen cargas útiles dañinas o tácticas de engaño. Por lo general, estos correos electrónicos se ponen en cuarentena automáticamente porque su riesgo es evidente. Estos son sus atributos:

  • Intentos de phishing. Estos mensajes están diseñados para robar credenciales. A menudo, utilizan páginas de inicio de sesión falsas, enlaces engañosos o suplantaciones de identidad.
  • Ataques de malware. Estos archivos ejecutan código malintencionado cuando se abren.
  • Remitentes falsos. Los atacantes a menudo se hacen pasar por contactos, proveedores o ejecutivos de confianza en un intento de manipular a los destinatarios para que realicen acciones dañinas.
  • Indicadores conocidos de compromiso (IOC). El correo electrónico puede coincidir con patrones de ataque conocidos, dominios etiquetados o direcciones IP incluidas en listas negras.

Cuando los correos electrónicos cumplen con estos criterios, los equipos de seguridad pueden tomar medidas decisivas: ponerlos en cuarentena, avisar a los usuarios y bloquear los dominios asociados, evitando que lleguen a la bandeja de entrada spam.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra una amenaza de correo electrónico malintencionado.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra una amenaza de correo electrónico malintencionado.

Correos electrónicos sospechosos: el indeterminado término medio

Los correos sospechosos se encuentran en algún lugar entre los seguros, los malintencionados y los correos de spam. Estos mensajes levantan sospechas, pero carecen de pruebas definitivas de ser una amenaza. Esta ambigüedad es la razón por la que su manejo constituye un gran desafío. Por lo general, incluyen:

  • Comportamiento inusual del remitente. El correo electrónico proviene de un contacto conocido, pero no actúa de la forma habitual. Por ejemplo, un CEO de repente solicita una transferencia bancaria a un empleado que nunca se encarga de las finanzas.
  • Dominios nuevos o no verificados. El correo electrónico proviene de un dominio desconocido que no es directamente malintencionado, pero es nuevo o no se ha verificado.
  • Lenguaje urgente o manipulador. El remitente presiona al destinatario para que realice acciones inmediatas como: “¡Actúe ahora! ¡Su cuenta se desactivará en 24 horas!”
  • Archivos adjuntos o URL que no se pueden analizar. Algunos enlaces y archivos adjuntos evaden las herramientas de detección, lo que hace que sea más difícil determinar su seguridad.

Los correos electrónicos sospechosos ponen a los equipos de seguridad en una difícil posición. Si los ponen en cuarentena automáticamente, se pueden provocar interrupciones si resulta que son legítimos. Sin embargo, si se permite el paso de estos mensajes, las organizaciones quedan expuestas a posibles amenazas.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra correos electrónicos sospechosos.

Clasificación de correo electrónico de Proofpoint que muestra correos electrónicos sospechosos.

Por qué los correos electrónicos sospechosos son difíciles de manejar

A diferencia de los correos electrónicos malintencionados, que son fáciles de detectar, los correos electrónicos sospechosos requieren un escrutinio más profundo. Estas son las principales razones por las que es difícil manejarlos:

1. El equilibrio es importante: interrupción del negocio frente a riesgo de seguridad

Si los mensajes se clasifican como correo equivocado y se ponen en cuarentena por error, los procesos de negocio se ralentizan, porque los correos legítimos tardan más en llegar. Por el contrario, si se permite la entrada de correos sospechosos en las bandejas de entrada, existe un mayor riesgo de que los empleados caigan en un intento de phishing elaborado. El reto consiste en encontrar el equilibrio adecuado entre la seguridad y la continuidad del negocio.

2. El contexto importa: solo los destinatarios pueden juzgar realmente los correos

Algunos correos electrónicos sospechosos deben ser interpretados por personas. Por ejemplo, un miembro del equipo de finanzas puede reconocer una solicitud de pago de un proveedor conocido que parece incorrecta pero que sigue siendo válida. Las herramientas automatizadas carecen de esta información.

3. Las apariencias engañan: técnicas de ataque adaptativas

Los ciberdelincuentes optimizan constantemente sus tácticas y elaboran mensajes que evaden la detección imitando interacciones comerciales legítimas. También es posible que un atacante utilice una dirección parecida a la de un contacto real, generando así un correo equivocado que resulta convincente. También manipulan los nombres de los remitentes e incluyen enlaces fraudulentos que parecen legítimos a primera vista.

Cómo deben manejar las organizaciones los correos sospechosos

Los correos electrónicos sospechosos no encajan perfectamente en las categorías de “seguros” o “malintencionados”. Por ese motivo, las organizaciones necesitan un enfoque con diferentes matices para manejarlos.

Un correo electrónico que muestra una ventana emergente de correo electrónico sospechoso.

Un correo electrónico que muestra una ventana emergente de correo electrónico sospechoso.

1. Implementar una categoría de correo electrónico sospechoso en las directivas de seguridad

En lugar de forzar una elección binaria entre la entrega en la bandeja de entrada y la cuarentena, los equipos de seguridad deben establecer un protocolo claro para manejar los correos sospechosos. Esto puede incluir:

  • Dirigirlos a una cuarentena de “sospechosos” aparte o a la carpeta de correo no deseado para que los usuarios los revisen
  • Enviar alertas a los usuarios con instrucciones sobre cómo inspeccionar el correo de forma segura
  • Proporcionar una manera fácil para que los usuarios denuncien los correos electrónicos que parecen amenazas

2. Utilizar la IA y el análisis del comportamiento

Las herramientas avanzadas de seguridad del correo electrónico ahora utilizan el análisis de comportamiento con tecnología de IA para identificar desviaciones de los patrones de comunicación normales. Al examinar el comportamiento del remitente, el contexto del correo electrónico y los patrones históricos, la IA puede ayudar a optimizar la clasificación de los correos electrónicos sospechosos.

3. Habilitar la generación de informes y la formación de los usuarios

La formación en materia de seguridad permite a los empleados reconocer y denunciar correos electrónicos sospechosos. Estos son algunos consejos:

  • Anima a los usuarios a denunciar los correos electrónicos que parezcan cuestionables
  • Proporciona simulaciones de phishing para entrenar a los usuarios en escenarios de ataque del mundo real
  • Educa a los empleados sobre los indicios claros de amenazas de phishing e ingeniería social y anímalos a comprobar su bandeja de no deseados.

Conclusión

La seguridad del correo electrónico no puede basarse simplemente en clasificar los mensajes como “seguros o malintencionados”. Los correos electrónicos sospechosos son una tercera categoría crítica que debe manejarse con cuidado.

Para equilibrar la seguridad y la eficiencia empresarial, debes adoptar un enfoque de seguridad de varias capas. Busca una solución que combine la detección con tecnología de IA, la formación de concienciación de los usuarios y las directivas de cuarentena adaptativas.

Si deseas probar un enfoque equilibrado aplicado a la seguridad, obtén una demostración de Proofpoint Core Email Protection hoy mismo.